Desatas una tormenta de ácido arremolinado en un cilindro de 20 pies de ancho y 30 pies de alto, centrado en un punto que puedas ver. La zona está muy oscura por la caída de ácido. Una criatura que comience su turno en el área o que entre en ella por primera vez en su turno recibe 6d6 de daño de ácido, o la mitad de daño si realiza una tirada de salvación de Destreza con éxito. La criatura recibe la mitad de daño del ácido (como si hubiera hecho una tirada de salvación con éxito) al comienzo de su primer turno después de abandonar la zona afectada.
A niveles superiores. Cuando lanzas este conjuro utilizando un espacio de conjuro de nivel 6 o más, el daño aumenta en 1d6 por cada nivel por encima de 5 que tenga el espacio que hayas empleado.